Psicomotricidad y Autismo


Terapia psicomotora


Esta terapia es una vía de refuerzo para niños con dificultades motoras y sociales. La terapia psicomotora entiende el desarrollo infantil como una unidad de movimiento, experiencia, pensamiento, sentimiento y acción.


Cuando un niño juega, relaciona sus movimientos, sentimientos y pensamientos entre sí. El sustantivo “psicomotricidad” expresa la conexión entre los procesos psíquicos y los motores. Las personas, al moverse, se integran con toda su personalidad en el acto del movimiento. En un variado conjunto de materiales de juego y ejercicio, el niño encuentra un campo de aprendizaje estimulante. En la terapia psicomotora, el niño lleva a la práctica sus puntos fuertes e intereses particulares en acciones y juegos concretos. Las experiencias positivas refuerzan su confianza y su motivación para aprender. Las experiencias motoras activas y pasivas, y la exploración y los intentos autónomos son elementos importantes de su desarrollo.

La vista, el oído y el tacto, así como la percepción del cuerpo y el movimiento, y el sentido del equilibrio están estrechamente relacionados con la motilidad y tienen, por lo tanto, un peso sustancial en la terapia.

Con su postura corporal, mímica y gestos, el niño expresa sus sentimientos. Jugar es un fundamento importante del comportamiento independiente adecuado en la vida diaria, y parte esencial del estímulo terapéutico.

La terapeuta presenta a cada niño propuestas sugestivas, apropiadas para él, que le permiten practicar y mejorar movimientos en los ámbitos de motricidad global y fina. Los objetivos de la terapia psicomotora estimulan la motilidad y la percepción del niño, y le ayuda a desarrollar sus competencias sociales. El niño elabora nuevas estrategias y soluciones propias al enfrentarse a problemas. Refuerza su confianza en sí mismo y aprende a desenvolverse mejor en la vida cotidiana.


Las terapias que hemos incluido en el estudio que están dentro del grupo de psicomotricidad son:

Hidroterapia: Es una terapia donde la estimulación se hace a través del agua, dentro de una piscina en las que el niño comienza a recibir las sensaciones que produce el agua y esto le permite disminuir tensiones, mejorar su relación corporal con el medio. Se puede hacer en compañía de la madre o persona a cargo, lo que permite que se forme un contacto mayor entre los dos, una vinculación afectiva importante.

Hipoterapia: Es una terapia donde se usa el movimiento tridimensional del caballo para estimular los músculos y las articulaciones. Sus beneficios no son sólo a nivel físico, igual existe un efecto a nivel cognitivo y emocional, puesto que el niño en su relación con el caballo rompe el aislamiento con respecto al mundo, facilita que el niño supere sus temores, hace disminuir las tensiones e inhibiciones del niño con autismo.

Musicoterapia: Es una terapia que busca estimular el niño a través de la música y el ritmo, puede facilitar la comunicación verbal y no verbal, trata de incentivar la verbalización y estimular los procesos mentales.

Yoga: El yoga se refiere a una tradicional disciplina física y mental que se originó en la India. A través del yoga, los niños ejercitarán su respiración y aprenderán a relajarse para hacer frente al estrés, a las situaciones conflictivas y a la falta de concentración, problemas tan evidentes en la sociedad actual. El yoga les ayudará en su largo camino hacia el dominio físico y psíquico.

Juego: La actividad física regular y el juego son fundamentales para el desarrollo físico, psicológico y social. Además es una excelente herramienta para estimular su atención, imitación, seguimiento de órdenes y sociabilización.

Aprendizaje por imitación: La imitación es uno de los recursos más importantes que gozan los niños con un desarrollo normal. Este modo de aprendizaje es difícil para niños con autismo porque requiere que él ponga atención sobre otra persona y sobre lo que está haciendo.

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