Terapias con animales para el autismo



Perros, caballos, delfines, y hasta leones marinos, han ayudado a personas discapacitadas o socialmente aisladas (alcohólicos, drogodependientes, ancianos...) a conseguir o recuperar el contacto con su entorno, o a desarrollar su capacidad de comunicación, como en el caso de los afectados por algún trastorno del espectro autista.

Las investigaciones al respecto han demostrado que las personas que padecen autismo pueden conseguir grandes beneficios si siguen terapias asistidas con animales como perros y caballos. Entre las dificultades que presentan estos pacientes se encuentran el retraso en la adquisición del lenguaje (en muchos casos ni siquiera llegan a hablar) y su incapacidad para mostrar empatía, lo que les hace aislarse de las personas de su entorno y disminuye sus posibilidades de aprender a desenvolverse en sociedad.

Los animales preferidos para poner en práctica este tipo de terapias son los perros y los caballos, entre otras cosas, por ser los más accesibles en nuestro medio. En el caso de los caballos, la equinoterapia ofrece la ventaja de ser una actividad que se realiza al aire libre y en contacto con la naturaleza. La afectividad de este animal, que incluso es capaz de percibir las limitaciones físicas y mentales de los pacientes, se conjuga con el efecto terapéutico que ofrece su movimiento, y que aumenta el equilibrio, la concentración y la autoestima de los afectados por discapacidades físicas o psíquicas.

Los perros son animales inteligentes y cariñosos que disfrutan con la compañía humana y no necesitan hablar para transmitir su afecto, no juzgan a las personas y no requieren un nivel de comunicación exigente; además, son capaces de aprender a obedecer órdenes sencillas y se adaptan perfectamente a la rutina que necesitan los niños con autismo.


Animales, los mejores terapeutas frente al alzhéimer
Los buenos resultados conseguidos al utilizar animales para ayudar a personas con alguna discapacidad, o incluso en el tratamiento de la depresión o la ansiedad, han impulsado los estudios sobre los efectos terapéuticos que se pueden conseguir con animales tan diversos como el león marino. El aspecto lúdico de este tipo de terapias experimentales también contribuye a motivar a los pacientes y facilita su participación. Aunque muchos animales podrían servir para este fin, normalmente los más utilizados como terapeutas por su disponibilidad son:

Perros

Los perros muestran un especial afecto y apego por los seres humanos y resulta fácil adiestrarlos. Desde siempre han colaborado con las personas en la realización de numerosos trabajos, así como en tareas de rescate, rastreo, como guías… Han demostrado su capacidad para ayudar a personas ciegas o con otras discapacidades físicas, y seguramente por esto se pensó en ellos para iniciar terapias con niños autistas.

Además de ofrecer su compañía, el perro puede aprender a obedecer al niño mediante órdenes sencillas. El niño ya no es un ser dependiente, y se convierte en alguien importante para otro ser que depende de él (en este caso el perro). En estudios basados en terapias con perros se ha comprobado que niños que padecían algún trastorno del especto autista han desarrollado interacciones con el animal, tales como contactos visuales repetidos, comprensión de algunas manifestaciones del estado de ánimo del perro, como mover la cola cuando está contento, señales de afecto e, incluso, han sido capaces de realizar, sin ayuda, acciones como ponerle el collar para poder sacarle a pasear.

Los progresos, por supuesto, son distintos dependiendo de las capacidades del niño y de su grado de autismo, y la terapia se debe completar con otro tipo de intervenciones. Los perros elegidos para el tratamiento tienen que ser tranquilos y equilibrados, y estar adiestrados para cumplir su misión. Normalmente las razas preferidas son el golden retriever, el labrador y el pastor alemán.

Caballos

La terapia asistida con caballos ha demostrado su eficacia para mejorar el equilibrio y la movilidad, y por esto se ha empleado en personas que sufren diferentes tipos de parálisis. Pero también tiene efectos sobre la comunicación y el comportamiento, y puede mejorar la calidad de vida de personas con necesidades especiales. La equinoterapia es considerada por el paciente como una actividad recreativa, que se realiza en un entorno agradable que ayuda a relajarse. Además, el caballo es un animal muy inteligente que parece entender a las personas cuando intentan comunicarse con él, y esto permite establecer un estrecho vinculo entre el jinete y el caballo; así, la relación afectiva que establece el paciente con el animal le permite desarrollar su capacidad de empatía, favoreciendo su integración social y su capacidad de adaptación a diferentes situaciones.

Delfines

Estos simpáticos mamíferos son muy alegres e inteligentes y se han conseguido muy buenos resultados cuando se han empleado en la terapia con niños autistas. Los estudios que se han realizado sobre delfinoterapia han revelado que la interacción con los delfines mejora la concentración y la capacidad de comunicación de niños afectados por algún trastorno generalizado del desarrollo.

La terapia asistida por delfines para ayudar a niños con autismo hace años que se utiliza en otros países europeos y en Estados Unidos. En España, la Conselleria de Bienestar Social en colaboración con la Universidad Católica de Valencia y l’Oceanográfic de las Ciudad de las Artes y las Ciencias, ha desarrollado experiencias con esta terapia alternativa, con el fin de profundizar en el conocimiento de las posibilidades de mejora que puede ofrecer a las personas con este trastorno.

Autismo infantil: Perfil de un niño con autismo



El autismo es un trastorno del desarrollo que altera profundamente la capacidad del niño para comunicarse y que limita su desarrollo cognitivo y emocional. En la mayoría de los casos hace su aparición en edades muy tempranas, aunque en un pequeño porcentaje de los casos, sobre todo cuando no hay otros trastornos asociados, puede pasar desapercibido hasta que el niño alcanza la edad escolar.


Los signos que desvelan el autismo antes del primer año de vida


A partir de los 6 meses de vida ya es posible identificar los primeros signos que indican la presencia de un trastorno del espectro autista (TEA). A esta edad el niño se suele mostrar menos exigente y activo que sus coetáneos y por lo general no mantiene contacto ocular. Asimismo, suele rechazar el contacto con los adultos por lo que es un bebé muy difícil de consolar y tranquilizar, sobre todo cuando está irritado.

A menudo el pequeño de menos de un año no tiene respuesta anticipatoria; es decir, no se anticipa a los acontecimientos de su entorno, es como si no le importara nada. Además, no suele desarrollar la ansiedad de separación, una respuesta instintiva de miedo que la mayoría de los niños experimenta cuando perciben que sus padres les dejarán solos.

También es frecuente que presente cierto retraso en su capacidad comunicativa. Al cumplir el primer año de vida la mayoría de los niños con autismo no imitan los sonidos, expresiones o gestos y aunque lloran con frecuencia, su llanto es difícil de interpretar. A esta edad muchos bebés comienzan a presentar movimientos repetitivos con las manos.

El niño con autismo entre los 1 y 3 años de vida


Después del primer año los signos del autismo suelen ser más evidentes, por lo que muchos padres se dan cuenta de que algo no va bien. El niño se comunica muy poco con el resto de las personas y prácticamente no da señales de afecto. Asimismo, suele mostrar poco interés por relacionarse con otros niños y aunque a veces puede expresar cierta simpatía hacia sus padres, prefiere pasar solo la mayor parte del tiempo.

A diferencia de sus coetáneos, el niño con autismo tiene muy poca curiosidad por conocer su entorno y a menudo utiliza los juguetes de manera inadecuada porque no comprende el simbolismo del juego. De hecho, mientras que la mayoría de los pequeños comienzan a adentrarse en los juegos imaginativos y de roles, el niño con autismo prefiere los juegos manipulativos, sobre todo los que le permiten realizar movimientos repetitivos.

A esta edad su capacidad lingüística también se queda rezagada pues aunque puede repetir algunas frases, no tiene un lenguaje creativo y casi siempre utiliza combinaciones de palabras sin ningún significado. Además, no hace gestos o expresiones que le ayuden a comunicarse y no comprende el significado de los castigos.

El niño con autismo entre los 3 y 6 años


Entre los 3 y 6 años los signos del autismo infantil son tan evidentes que normalmente ya se puede hacer un diagnóstico en toda regla. En la edad preescolar el niño con autismo se muestra incapaz de utilizar la mirada, la postura y la expresión para comunicarse. No es recíproco con los gestos de afecto que le profesan los demás y, solo en raras ocasiones, interactúa con quienes le rodean pues casi siempre está encerrado en su propio mundo. Por lo general, suele ser muy poco competitivo y no se relaciona con sus coetáneos.

A los 6 años el niño con autismo no logra comprender los gestos de los demás y los conceptos abstractos por lo que casi nunca hace preguntas. De hecho, otro problema que se agudiza en esta etapa es el retraso en el lenguaje pues aunque puede decir algunas frases, casi siempre utiliza de manera incorrecta los pronombres y no comprende el significado de las palabras por lo que no puede mantener una conversación como cualquier otro niño de su edad.

Además, en este período también se suelen exacerbar algunos signos motrices: camina con cierta torpeza y mueve las manos de forma repetitiva, imitando un aleteo. También aparece un apego inusual a determinadas rutinas que no tienen un significado o una función importante y a menudo, se suele preocupar de forma persistente por objetos que no tienen ningún valor afectivo. De hecho, cualquier cambio en su rutina diaria es muy mal tolerado, por lo que a esta edad la frustración es pan cotidiano.

10 mitos falsos sobre el autismo infantil



Al autismo se le conoce técnicamente como Trastorno del especto del autismo (TEA) y, a pesar de que existen muchos y variados síntomas, el más común y conocido se refiere a la capacidad que tienen los niños autistas a relacionarse y comunicarse con los demás.

Hace ya más de 100 años que se comenzó a hablar sobre el autismo, y sin embargo, todavía es poca la información médica que se tiene al respecto. Es éste hecho el que incide en que se creen mitos y falsas creencias sobre este trastorno. Estos tópicos no ayudan a la integración de los niños autistas, por ello, es importante desmontar estos mitos comunes sobre el autismo.

Los mitos más comunes sobre el autismo infantil


Hoy en día existen muchos tópicos asociados al autismo, desmontarlos ayudará a los niños que padecen un trastorno del espectro autista y a sus familias a normalizar la situación y a integrarlos dentro de nuestra sociedad.

1- El autismo es un problema psicológico. La realidad es que ni es una enfermedad ni un problema psicológico como se pensaba antes. Se trata de un trastorno agudo del desarrollo, que se inicia en el embarazo, y que afecta la capacidad de comunicarse e interactuar del niño.

2- La causa del autismo está en la familia o el entorno. Totalmente falso, la familia no es en absoluto responsable como se ha dicho durante muchos años por la falta de afecto hacia los hijos.

3- La causa del autismo está en la vacunación. Durante algunos años se responsabilizó a la vacuna de la triple vírica, algo ya totalmente desterrado.

4- Los niños autistas no pueden comunicarse. Existe la falsa creencia que el que padece autismo está encerrado en sí mismo y no es capaz de comunicarse con su entorno. Pues si bien es cierto que los autismas tienen problemas de comunicación, sí pueden hablar y expresarse, aunque lo hagan sobre temas muy concretos que les interesan o repitan en ocasiones siempre lo mismo.

5- Los niños que padecen autismo no son cariñosos y no les gusta el contacto físico. Aunque en los casos más graves pueden no mostrar emociones, la realidad es que son niños muy sensibles, suelen estar muy unidos a sus padres y sí desean tener amigos con los que jugar. Ríen, sienten, lloran y se emocionan igual que los demás, aunque en algunos casos no puedan canalizar bien los sentimientos.

6- Los niños autistas tienen talentos fuera de lo común. No todos los niños autistas son capaces de memorizar palabra por palabra un libro, o hacer cálculos matemáticos realmente difíciles. Sólo un 10% de ellos muestran lo que se denomina 'talento extraordinario'.

7- El autismo viene acompañado de una discapacidad intelectual. No es cierto, hay niños que sí tienen algún tipo de discapacidad y otros no.

8- Los niños con autismo no pueden ir a colegios normales. En realidad en la mayor parte de los países desarrollados, los niños con autismo acuden a colegios normales, no especiales y conviven, excepto casos muy concretos, con los demás niños.

9- Los niños autistas son agresivos. No es verdad. Aunque el trastorno del espectro autista afecta al sistema nervioso y que los niños autistas suelen muestran una baja tolerancia a la frustración y eso les hace enfadarse o tener una conducta desafiante a veces, no dejan de ser actitudes que se pueden controlar y reeducar.

10- Sólo puede haber un caso de autismo en la familia. Es falso, y debido a que se cree que la causa es genética, puede afectar a varios menores de una misma familia.

11- El autismo se puede curar. El autismo no tiene cura, pero el tratamiento puede ayudar. Puede durar años o toda la vida. Necesita de un diagnóstico médico. Un diagnóstico temprano y una terapia conductual, educativa y familiar pueden ayudar a reducir los síntomas y brindar respaldo para el desarrollo y el aprendizaje del niño.

12- Los niños autistas son todos iguales. No es cierto. La variedad y la gravedad de los síntomas pueden variar mucho de un niño a otro. Los síntomas más comunes son la dificultad para comunicarse, la dificultad con las interacciones sociales, los intereses obsesivos y los comportamientos repetitivos.

Seminario: “El Medio Acuático y el Abordaje Psicomotor de Adultos”

SEMINARIO DE PSICOMOTRICIDAD

“El Medio Acuático y el Abordaje Psicomotor de Adultos”


SABADO 25 y DOMINGO 26 de Marzo del 2017 | 16 horas reloj.


A cargo de Psicomotricistas
Disertante: Alejandra Papandrea (UNTREF- Ciudad de Bs.As)
Colaborador: Javier Minnielli

Destinado a:
Psicomotricistas, Profesores de Educación Física ,Docentes, Terapeutas, Psicólogos, kinesiólogos, Musicoterapeutas, Instructores de técnicas Corporales y Estudiantes a fines.

Lugar:
SABADO 25 DE MARZO
Casa del Jubilado | San Martin 1150
de 8.30 a 18.00 hs.

DOMINGO 26 DE MARZO
Natatorio Municipal de S. S de Jujuy | Parque San Martin Av. España)
de 9.00 a 18.00 hs.

Asistir con Ropa de baño (maya,ojotas,gorra de baño,toalla)
Juguetes varios y /o elementos que se puedan usar en agua (muñecos de goma, globos, baldesitos, vasos, juego de te, tapitas, bloques, pelotitas de diferentes tamaños y texturas, etc.

PROGRAMA GENERAL


Objetivo general
Aportar al intercambio,  crecimiento y desarrollo profesional en la disciplina psicomotriz  y en relación a otras aéreas afines.

Objetivos específicos
Dar a conocer el trabajo de investigación que se viene desarrollando en torno a la temática del Abordaje psicomotor de Adultos de 20 a 60 años, es decir, Adultos jóvenes y de mediana edad
Ubicar conceptualmente las diferencias entre el cuerpo del niño y el cuerpo del adulto desde la perspectiva psicomotriz
Precisar la especificidad del abordaje de Adultos en Psicomotricidad en relación a las problemáticas que se atienden y a los dispositivos y modos del abordaje.
Considerar el Medio Acuático como un dispositivo posible para el abordaje psicomotor de adultos jóvenes y de mediana edad
Realizar experiencias de trabajo corporal en el espacio amplio y con el dispositivo habitual de la sala de Psicomotricidad y experiencias  de trabajo corporal en la Pileta.

Contenidos

Presentación de la temática. Lugar del cuerpo adulto en Psicomotricidad en el devenir histórico y en la actualidad. Proceso de investigación. Equipo interdisciplinario. Búsqueda de Antecedentes. Trayectos, hallazgos y lineamientos a seguir en el Equipo de investigación .

Corporeidad y corporización. La lógica del pensamiento psicomotor. Relaciones con lo psicocorporal.
Signos psicomotores y psicocorporales en el cuerpo adulto. La Observación individual, grupal y contextual de las dificultades a abordar desde la Psicomotricidad.

El Trabajo corporal. Definición y Formatos.

Trabajo corporal y campo de Juego.

Dispositivo de abordaje psicomotor de adultos en el consultorio de Psicomotricidad.
Características de la Formación corporal de psicomotricistas y su relación con el abordaje de adultos en la disciplina psicomotriz.

Los objetos y el espacio en el abordaje psm de adultos . Algunos dispositivos posibles: El Mapa Corporal  y las Máscaras. La Relajación Terapéutica. El uso de recursos de técnicas corporales.

El Medio Acuático. Características y condiciones específicas del Agua templada.

Las intervenciones en el medo acuático a través del trabajo corporal y los objetos de agua.
Entrada, permanencia y salida del Medio Acuático.

La importancia de la palabra, la reflexión, la mirada y la escucha en todo dispositivo de abordaje psicocorporal en Psicomotricidad.

Trastornos de la Expresión Escrita

Trastornos de la Expresión Escrita





A) FACTORES MADURATIVOS

Con frecuencia, en los trastornos lecto-escritores, se asume la evidencia de déficits neuropsicológicos que impiden una ejecución satisfactoria.
La escritura es una actividad perceptivo-motriz que requiere una adecuada integración de la madurez neuropsicológica en el niño. Los factores desencadenantes se agrupan en:

1-Trastorno de lateralización
El ambidextrismo es frecuente causa de déficit escritor, debido a que en estos casos no existe una adecuada implantación de la lateralidad manual. La escritura en tales casos tiende a ser lenta, con numerosas regresiones e inversiones de giros y sílabas y con torpeza en el control del útil de la escritura. Ocurre algo similar con la zurdería contrariada especialmente en el caso de los niños que son claramente zurdos. La escritura tiende a ser en dirección derecha-izquierda, se efectúa de forma lenta y con alteraciones en el espacio-tiempo.
Otra de las causas es l
lateralidad cruzada que se produce cuando el predominio ocular no es homogéneo con el de la mano y el pie. 
2-Trastornos de la psicomotricidad
Cuando la base tónico-motor del niño se encuentra alterado por causas funcionales puede producirse alteración en la escritura. Se diferencian dos grupos principales:
El torpe motor: Su motricidad es débil, fracasando en actividades de rapidez, equilibrio y coordinación fina.
Los Hiperactivos: Presentan trastornos de presión, dificultad para mantener la horizontalidad de las líneas con dimensiones irregulares.

3-Trastornos del esquema corporal y de las funciones perceptivo-motrices
Muchos niños presentan un déficit de integración viso-perceptiva con confusión de figura-fondo, perseveración en la copia, rotación de figuras, etc. En otros casos hay un déficit de estructuración espacio-temporal que afecta a la escritura (desordenes en la direccionalidad, posiciones erróneas en torno a la línea base, alteración de grafemas de simetría similar, etc.). Por último, existen también trastornos del esquema corporal que alteran la escritura convirtiéndola en lenta y fatigosa, con dificultad en el control del lapicero y trastornos de la postura corporal durante la escritura.

B) FACTORES DEL CARACTER O PERSONALIDAD
La escritura inestable, chapucera, con falta de proporción adecuada, con deficiente espaciación e inclinación es característica de ciertos niños con conflictos emocionales. Existe una alteración de la escritura caracterial pura en donde la escritura es una forma de llamar la atención frente a sus problemas. En otras ocasiones, es un trastorno mixto porque se presenta no sólo como expresión de trastornos afectivos, sino en unión de trastornos perceptivos-motores, de lateralización, etc.

C) FACTORES DE TIPO PEDAGÓGICO
Entre ellos podemos destacar la imposición de un rígido sistema de movimientos y posturas gráficas que impiden al niño adaptar su escritura a los requerimientos de su edad, madurez y preparación.

Entender las dificultades con la escritura

 Si su hijo tiene dificultades para formar letras, poner las ideas en palabras escritas o deletrear correctamente, él no está solo. No es raro que los niños tengan alguna clase de dificultad con la expresión escrita. Una de las causas más comunes es una dificultad de aprendizaje llamada disgrafía. Pero también puede haber otras causas. Infórmese acerca de qué puede causar las dificultades con la escritura y cómo usted puede ayudar.

Lo que podría estar viendo

¡Escribir es una tarea compleja! Muchos niños con dificultades con la escritura pueden tratar de evitar escribir. Esto puede ser muy frustrante de ver, especialmente cuando su hijo tiene tarea y continúa dejándola para después o renuncia a hacerla. Sin embargo, es importante que usted y los maestros no asuman que es perezoso o que no es inteligente.
Estos son algunos signos de una posible dificultad con la escritura:
  • Escritura confusa
  • Escribe lentamente y con dificultad
  • Se siente abrumada por las tareas escolares escritas
  • Se niega a escribir o a hacer las tareas que requieren escribir
  • Mezcla o deja afuera palabras y letras
  • Tiene mala ortografía y poco sentido de los signos de puntuación
  • Tiene dificultad para poner sus ideas o pensamientos en un papel


Qué puede causar los problemas con la escritura

Cuando los niños tienen dificultades con la escritura lo primero que se sospecha es que tienen disgrafía. Sin embargo, hay otras dificultades que podrían afectar la habilidad de un niño para escribir. Estas son las causas principales de las dificultades de escritura.
Disgrafía: Esta condición hace que las tareas como la ortografía y la escritura a mano sea muy difícil. Afecta las habilidades motoras finas utilizadas en la escritura, el dibujo y el trazo. La disgrafía dificulta la visualización de cómo las letras deben lucir en la página.
Usted podría ver a su hijo escribiendo letras demasiado cerca unas de otras o demasiado lejos. También podría mezclar las letras cursivas, imprenta, mayúsculas y minúsculas. Su hijo podría, además, deletrear las palabras oralmente de manera incorrecta, pero no hacerlo mal en el papel. Infórmese más acerca de los signos de disgrafía.
Dispraxia: La dispraxia causa problemas con el movimiento incluyendo el acto físico de escribir e imprimir.
Los chicos con dispraxia, por lo general, tienen dificultad para planificar y para completar las tareas que incluyen las habilidades motoras. Dependiendo de la severidad de sus síntomas, podrían presentar dificultades con las tareas diarias, tales como cepillar sus dientes o atarse los zapatos.
Dislexia: Esta discapacidad del aprendizaje común es mejor conocida por causar dificultades con la lectura, pero también puede afectar la escritura. Los niños con dislexiab pueden tener dificultad para reconocer y encontrar sentido a las palabras escritas.
Debido a esto, para ellos es muy difícil la ortografía y esto hace que la escritura sea un desafío. Por otra parte, su escritura a mano podría ser muy lenta y podrían tener mucha dificultad para poner sus pensamientos en el papel.
Los chicos con dificultades con la escritura, por lo general, tienen más de una condición. Continúe leyendo para saber cómo señalar las razones de las dificultades con la escritura de su hijo y qué herramientas y estrategias pueden ayudar.

Estimulación psicomotriz


Estimulación psicomotriz para niños con autismo



En la intervención psicomotriz siempre se pretende potenciar al máximo las posibilidades del niño para que pueda obtener una mejor integración al mundo que le rodea. En esta ocasión, la estimulación psicomotriz cobra interés en el contexto del Espectro Autista. Comenzaré explicando que la psicomotricidad vivenciada se trata de una práctica corporal de movimiento, la cual permite al niño expresar qué desea y, a partir de ello, organizar su actividad en un espacio donde va a tener la posibilidad de moverse y vivir sus emociones y conflictos en interacción con el medio. Dicha especialidad se ocupará del crecimiento intelectual, motor, social y afectivo del niño. En conclusión, la Psicomotricidad se trata de una técnica que parte del cuerpo y sus acciones, como vía de expresión no verbal para lograr un pensamiento lógico. Se trabajan las dificultades e impedimentos que no permiten el desarrollo armónico de la persona.


Para realizar una correcta intervención es necesario basarse en la observación de conductas, tales como: expresión visual, postura, desplazamientos, comportamiento motor, entre otros. Y se debe considerar con detalle cada caso con sus particularidades y características individuales. El objetivo primordial de esta intervención o estimulación es promover la comunicación, expresión y creación por medio del cuerpo y el movimiento, que el niño conozca su cuerpo y sus posibilidades de acción y aprenda a respetar las diferencias, adquiera progresivamente autonomía en sus actividades habituales y desarrolle sus capacidades afectivas. Asimismo, que se relacione con los demás (de la manera más accesible) y adquiera progresivamente pautas elementales de convivencia y relación social.


Las alteraciones motoras en personas con autismo más comunes son: tono general corporal alto (hipertonía) o bajo (hipotonía), conductas estereotipadas y conductas autolesivas (la alteración más dramática que pueden presentar los niños que se encuentran dentro del espectro autista). Es importante atender al comportamiento psicomotor para poder llegar a realizar buenas intervenciones. De ahí la importancia que adquiere la simbología de la acción que se puede observar a través de los juegos.


Asimismo, se le deben brindar oportunidades al niño de conocer la postura correcta de su cuerpo y sus límites corporales; experimentar en el espacio conllevará a una mejor organización espacial, estimular a realizar diferentes movimientos con la finalidad de que mejore su coordinación general y realizar actividades de intervención que promuevan la gestualidad, importante para la comunicación.

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